top of page


Mi cipres
El sábado regresé a Hellman Hollow a visitar mi árbol, un imponente ciprés de Monterey que se alza solitario en el campo, como un sabio anciano. Su corteza, con vetas que parecen pinceladas hechas a mano en tonos marrones y dorados, recibió mi caricia. Ese día no era solo un árbol. Se convirtió en un puente entre San Francisco y Nicaragua, entre la memoria y el presente. Mientras mis hijos abrazaban su tronco y colocaban margaritas en sus raíces, lo sentí: infinito. Vivo. Un
6 days ago


My cypress
On Saturday, I returned to Hellman Hollow to visit my tree, a towering Monterey cypress standing alone in the field like a wise elder. Its bark, like hand-painted strokes of brown and gold, welcomed my touch. That day, it wasn’t just a tree. It became a bridge between San Francisco and Nicaragua, between memory and presence. As my children hugged its trunk and placed daisies in its roots, I felt it: Infinite. Alive. An anchor in time.
7 days ago
bottom of page

